viernes, 10 de mayo de 2013

ANTIRRETROVIRALES

Los medicamentos antirretrovirales, que impiden la multiplicación del virus en el organismo, surgieron en la década de los ochenta. No matan al VIH —el virus causante del sida—, pero ayudan a evitar el debilitamiento del sistema inmunitario. Por eso, su uso es fundamental para aumentar el tiempo y la calidad de vida de los pacientes de sida.
Desde 1996, Brasil distribuye gratuitamente el coctel antisida para todos los que necesitan tratamiento. Según datos del Ministerio de Salud, cerca de 200.000 personas reciben regularmente los medicamentos para tratar esta enfermedad. Actualmente, existen 18 medicamentos divididos en cinco tipos.
Clases de medicamentos antirretrovirales
Inhibidores nucleosídicos de la transcriptasa inversa. Actúan sobre la enzima transcriptasa inversa, incorporándola a la cadena de ADN que crea el virus. Con ello, esa cadena se vuelve defectuosa e impiden que el virus se reproduzca.
Son los siguientes: Zidovudina, abacavir, didanosina, estavudina, lamivudina y tenofovir.
Inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa. Bloquean directamente la acción de la enzima y la multiplicación del virus.
Son los siguientes: efavirenz, nevirapina y etravirina.
Inhibidores de la proteasa. Actúan sobre la enzima proteasa, bloqueando su acción e impidiendo la producción de nuevas copias de células infectadas por el VIH.
Son los siguientes: amprenavir, atazanavir, darunavir, indinavir, lopinavir/r, nelfinavir, ritonavir y saquinavir.
Inhibidores de la fusión. Impiden la entrada de virus a la célula, con lo que no puede reproducirse.
La enfuvirtida pertenece a este grupo.
Inhibidores de la integrasa. Bloquean la actividad de la enzima integrasa, responsable de la inserción del ADN del VIH en el ADN humano (código genético de la célula). De esta manera inhibe la replicación del virus y su capacidad de infectar a nuevas células.
El raltegravir pertenece a este grupo.
Para combatir el VIH es necesario utilizar un mínimo de tres antirretrovirales combinados, dos de ellos de clases diferentes, que podrán combinarse en un único comprimido. El tratamiento es complejo y requiere seguimiento médico para evaluar las adaptaciones del organismo al tratamiento, sus efectos secundarios y las posibles dificultades para seguir correctamente las recomendaciones médicas, es decir, la adherencia al tratamiento. Por eso, es fundamental mantener el diálogo con los profesionales sanitarios, comprender todo el esquema del tratamiento y despejar cualquier duda. enlace de la informacion http://www.aids.gov.br/es/pagina/que-son-los-antirretrovirales

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